La corrupción en esta
sociedad se está dando desde las altas esferas de la sociedad, desde la misma
presidencia, lo congresista, senadores aquellos que en su momento los elegimos
para que hagan las leyes y las hagan aplicar, se ven salpicados en escándalos a
diario por los noticieros y por las revistas, pero no pasa nada se ha vuelto
tan natural, que negar todos esto hechos para ellos es simple, solo se escudan
en decir que esa no es la política que ellos defienden.
La justicia también
empieza a operar de la misma manera como
lo hacen todos estos políticos corruptos, porque existe una estrecha relación
entre política y justicia, siempre buscando ocultar la verdad, queriendo estar
en lo alto por medio de influencias por eso es que en Colombia reina la
impunidad.
De esta corrupción en
Colombia no se salva ningún sector, los empresarios, los políticos, el
gobierno, los jueces, magistrados, los docentes, los medios de comunicación,
los organismos de control y administrativos, todos incluidos en procesos de
corrupción, en donde enriquecerse a costa de otros es lo primordial, buscar
siempre un beneficio propio en esencia, llevándolos a generar colisión en donde
el que no tranza no avanza, por esto se generan las licitaciones a dedo, en
donde por lo general todo se queda en familia, para poder transar las
diferentes operaciones, llevando consigo un tráfico de influencias y realizando
sobornos para obtener un cargo o un contrato a su conveniencia.
Pero podemos logra un cambio
positivo para nuestro país pero esto debe ser un compromiso de todos, un
compromiso desde la familia en donde formemos ciudadanos con principios y
valores, en la escuela donde se eduque para servir a la sociedad.
Desde el punto ético la
corrupción es algo muy malo pues contradice los valores de la misma y en cuanto
a moral son normas que no se cumplen por tanto está muy mal visto este tipo de
comportamientos y deben ser reprochados por toda la sociedad para no volver a
caer en ese círculo vicioso.
Así como tenemos el
poder de impulsar al corrupto, también tenemos el poder de frenarlo, porque si
la mayoría no lo apoya, se quedara solo y se dará de cuenta que ese no es el
camino correcto
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